sábado, 25 de enero de 2014

Final del verano, tiempo de tormentas

Tormenta del final del verano de 2013, concretamente la tarde del 9 de septiembre, afectando a tierras de Jumilla (Murcia), fotografiada desde el sur, desde la Sierra del Picarcho, en Cieza (Murcia).
 

 

Tormenta de verano, julio de 2012

En lo más cálido del verano murciano, 27 de julio de 2012. Una típica tormenta de verano se desplaza por la Comarca del Altiplano, fotografiada desde las inmediaciones de la Sierra de la Cabeza del Asno, al sur, en Cieza.

jueves, 23 de enero de 2014

Mammatus, nubes colgantes

A cualquier cazador fotográfico de cielos le fascina capturar "mammatus", nubes que parecen descolgarse hacia el suelo, en forma de mama, desprendiéndose preferentemente de las nubes de tormenta, los cumulonimbos. Es fácil que su presencia, en la fase de máximo apogeo del cumulonimbo, sea un indicativo de la potencia de la tormenta asociada, aunque justo debajo de estos mammatus no se encuentre la lluvia o el granizo. También pueden verse estos mammatus en fases más maduras de los cumulonimbos, cuando estos entran en su fase de disipación o desaparición.



miércoles, 22 de enero de 2014

Arcoiris

Uno de los fenómenos ópticos más cautivadores que podemos contemplar en el cielo, asociado al meteoro de la lluvia en presencia de los rayos del sol, más frecuente con tiempo tormentoso o con chubascos o chaparrones repentinos.


 
 

martes, 21 de enero de 2014

Sol reflejado en las nubes

Todos hemos visto como en amaneceres y atardeceres con nubes éstas adoptan diferentes colores en relativamente poco tiempo, en función de la altura del sol sobre el horizonte, todo ello como resultado de la incidencia de sus rayos sobre las gotitas de agua o cristales de hielo que forman estas nubes.

En un mismo momento, para una posición del sol dada con respecto a las nubes y al observador, se pueden ver nubes de distintos colores en un mismo cielo, puesto que la diferente altura de las nubes determinará que las mismas se vean iluminadas por el sol de distinta manera. En esta imagen, de un atardecer de marzo de 2006 en Cieza (Murcia), los altocúmulos (nubes medias) se ven de color rojizo, mientras que los cirros (nubes altas), tendrán que esperar todavía unos pocos minutos antes de que adopten dicha tonalidad, desapareciendo entonces en las nubes más bajas, en este caso los altocúmulos antes mencionados.

En definitiva, la mezcla de nubes a diferentes alturas, en presencia del sol, nos regala amaneceres y ocasos llenos de colores en continuo dinamismo.

Atardecer de verano

Esta imagen no tiene nada de especial, salvo que se trata de la puesta de sol del día de San Juan del año 2006. Largos y cálidos días de finales de junio, que no son más que la antesala de los sofocantes veranos del interior murciano, tímidamente mitigados por la brisa de levante que suele soplar por las tardes durante el estío.



Virgas, la lluvia invisible

Recuerdo muy bien este desapacible día de febrero de 2006, ya no sólo por el viento gélido y frío que en el interior murciano soplaba desde el interior peninsular, sino sobretodo por el inmejorable cielo que la adevección fría y seca dejaba sobre la zona, con esas cortinas de precipitación, que no logran llegar al suelo ahogadas por la falta de humedad.

La siguiente fotografía es sin duda uno de los paisajes meteorológicos que más me entuasiasmó y emocionó capturar, como aficionado a la meteorología. Muestra como una nube de desarrollo vertical se exprime literalmente, sin que su carga en forma de chubasco alcance la superficie, en este caso en tierras del sur de la provincia de Albacete, en el municipio de Hellín.